Panini y SD Distribuciones
han descubierto el Santo Grial. Han hallado la fórmula de sacar los cuartos a
toda una plétora de comicadictos (entre los que me incluyo) y llevan ya varios
meses lanzando una serie de títulos de clásicos imprescindibles a precios de
incunables. Y caemos rendidos ante los maravillosos tomos, bellamente
encuadernados y profusamente llenos de extras (faltaría más, costando la pasta
que cuestan, deberían venir hasta con garantía de por vida) en ediciones
limitadas a 1.500 ejemplares cada título.
El invento en cuestión
lleva el rimbombante título de Marvel Limited Edition y no se trata ni más ni
menos que una edición de lujo de algunas colecciones clásicas de series Marvel
que apenas han sido editadas en nuestro país o han tenido una publicación
irregular y que, sin embargo, han sido grandes hitos en la historia de La Casa
de las Ideas.
Por ahora se han
publicado los siguientes volúmenes; Los Eternos, The Rampaging Hulk, Pantera
Negra y Ka-Zar.
Los siguientes cuatro
volúmenes recuperarán una de las colecciones más memorables y añoradas de
Marvel en sus 75 años de historia. Un personaje llegado de ultratumba que
recorrió con su negra sombra el universo marvelita y cuyo nombre aún causa
terror en sus víctimas… Drácula.
Como bien sabréis la
mayoría de vosotros (y si no, lo recalco una vez más), llevo ya más de un año
adaptando la novela original de Bram Stoker en mi blog. Soy un fan del
personaje tanto en ediciones del libro original como en pelis y cómics. Soy de
los que caen sí o sí en cuanto ven la palabra Drácula escrito en cualquier
sitio, así que he comprado con entusiasmo esta nueva edición definitiva y
esperando los tres tomos restantes para disfrutar mi tesoro como un Gollum
cualquiera.
Pero metámonos en
camisa de once varas. A principios de los años 70 el Comics Code Autorithy, ya
sabéis, el organismo autorregulador que las editoriales se habían impuesto tras
la caza de brujas iniciada por el Dr. Wertham en los 50´s, comenzaba a relajar
sus normas, en concreto sobre historias de terror. Por fin podían aparecer en
los cómics, vampiros, hombres lobo y otras criaturas sobrenaturales sin que
ello supusiese un tijeretazo importante a la publicación en cuestión.
Marvel decidió darle
una vuelta de tuerca a su antigua línea de cómics de terror. Dejó de lado las
historias cortes que inundaban publicaciones ya extintas como Journey into
Mistery, Menace o Strange Tales y centró su atención en un personaje mundialmente
conocido del que habían expirado sus derechos de autor y pasaba a ser de
dominio público.
La Tumba de Drácula inició
su publicación seriada en 1972. Fue la primera serie Marvel en el que el
protagonista sería un villano y se extendió ininterrumpidamente durante más de
siete años y 70 números. Los primeros seis números fueron un baile constante de
guionistas por el que pasaron Gerry Conway, Archie Goodwin y Gardner Fox. Pero
en el número siete llegaría un guionista que asentaría el título y lo encumbraría
como la mejor serie de cómics de los años 70, Marv Wolfman.
El éxito de Tomb of
Dracula propició la aparición de otras series con monstruos de terror clásicos,
como Werewolf by night, con el hombre lobo de protagonista y cuyas aventuras se
cruzarían con las del propio príncipe de las tinieblas, con unos 40 números
publicados, Monster of Frankenstein, que sigue la estela de la criatura creada
por Mary Shelley durante unos veinte números y tres colecciones diferentes de
Man-Thing, una especie de criatura del pantano que se estrellaba una y otra vez
en las ventas.
Tomb of Dracula también
tuvo una serie derivada en forma de magazine en blanco y negro, Dracula Lives!,
donde se los creativos se podían explayar con mayor libertad en argumentos más
explícitos y comprometidos.
El arte de toda la
serie corrió a cargo del veterano Gene Colan que mostró su entusiasmo de querer
ocuparse de la colección cuando se enteró de los planes de Marvel para el conde
vampiro. Presentó varias páginas a Stan Lee, por entonces Director General de
Marvel. El sombrío estilo de Colan, acompañado de las tintas de Tom Palmer
resultó adecuado para la colección. Pocas series mantendrían el mismo equipo
artístico durante toda su vida, y el trinomio Wolfman-Colan-Palmer resultó ser
un espectacular éxito. Drácula había aterrizado en el universo Marvel.
La tumba de Drácula
crearía así mismo un universo propio donde nacieron personajes como Blade o los
Nightstalkers y Drácula comenzó a cruzarse con Spiderman, la Patrulla X, Dr.
Extraño o Estela Plateada.
El diseño gráfico del
no muerto obedecía a la imagen clásica que todos tenemos del personaje. Un
hombre de porte aristocrático, enfundado en esmoquin y con larga capa. Sin
embargo, la cara no se inspiraba en ninguno de los actores conocidos por
interpretarlo en el cine, como Bela Lugosi o el entonces exitoso Christopher
Lee sino en Jack Palance, que interpretaría al propio Drácula en una tv movie
en 1973, un año después del exitoso debut de la serie de Marvel.
En nuestro país, la
serie gozó de una aceptación tremenda y prácticamente todas la editoriales que
han tenido licencia de las publicaciones Marvel han editado la serie a lo largo
de estos 40 años de historia. Vértice, Forum, Planeta de Agostini y Panini han
publicado la serie en distintas formas.
La tumba de Drácula
siempre quedará como uno de los momentos irrepetibles de la historia del cómic
y como el buen hacer de un equipo artístico cohesionado puede llevar al éxito a
un personaje que es un villano en sí mismo. Sólo por esa oportunidad, merece la
pena hacerse con ésta edición de lujo.
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