domingo, 31 de mayo de 2015

[Reseña] LA TUMBA DE DRÁCULA 1. LA LLEGADA DE DRÁCULA (Marv Wolfman/Gene Colan/Tom Palmer)

   Panini y SD Distribuciones han descubierto el Santo Grial. Han hallado la fórmula de sacar los cuartos a toda una plétora de comicadictos (entre los que me incluyo) y llevan ya varios meses lanzando una serie de títulos de clásicos imprescindibles a precios de incunables. Y caemos rendidos ante los maravillosos tomos, bellamente encuadernados y profusamente llenos de extras (faltaría más, costando la pasta que cuestan, deberían venir hasta con garantía de por vida) en ediciones limitadas a 1.500 ejemplares cada título.

   El invento en cuestión lleva el rimbombante título de Marvel Limited Edition y no se trata ni más ni menos que una edición de lujo de algunas colecciones clásicas de series Marvel que apenas han sido editadas en nuestro país o han tenido una publicación irregular y que, sin embargo, han sido grandes hitos en la historia de La Casa de las Ideas.

   Por ahora se han publicado los siguientes volúmenes; Los Eternos, The Rampaging Hulk, Pantera Negra y Ka-Zar.

   Los siguientes cuatro volúmenes recuperarán una de las colecciones más memorables y añoradas de Marvel en sus 75 años de historia. Un personaje llegado de ultratumba que recorrió con su negra sombra el universo marvelita y cuyo nombre aún causa terror en sus víctimas… Drácula.

   Como bien sabréis la mayoría de vosotros (y si no, lo recalco una vez más), llevo ya más de un año adaptando la novela original de Bram Stoker en mi blog. Soy un fan del personaje tanto en ediciones del libro original como en pelis y cómics. Soy de los que caen sí o sí en cuanto ven la palabra Drácula escrito en cualquier sitio, así que he comprado con entusiasmo esta nueva edición definitiva y esperando los tres tomos restantes para disfrutar mi tesoro como un Gollum cualquiera.
   Pero metámonos en camisa de once varas. A principios de los años 70 el Comics Code Autorithy, ya sabéis, el organismo autorregulador que las editoriales se habían impuesto tras la caza de brujas iniciada por el Dr. Wertham en los 50´s, comenzaba a relajar sus normas, en concreto sobre historias de terror. Por fin podían aparecer en los cómics, vampiros, hombres lobo y otras criaturas sobrenaturales sin que ello supusiese un tijeretazo importante a la publicación en cuestión.

   Marvel decidió darle una vuelta de tuerca a su antigua línea de cómics de terror. Dejó de lado las historias cortes que inundaban publicaciones ya extintas como Journey into Mistery, Menace o Strange Tales y centró su atención en un personaje mundialmente conocido del que habían expirado sus derechos de autor y pasaba a ser de dominio público.

   La Tumba de Drácula inició su publicación seriada en 1972. Fue la primera serie Marvel en el que el protagonista sería un villano y se extendió ininterrumpidamente durante más de siete años y 70 números. Los primeros seis números fueron un baile constante de guionistas por el que pasaron Gerry Conway, Archie Goodwin y Gardner Fox. Pero en el número siete llegaría un guionista que asentaría el título y lo encumbraría como la mejor serie de cómics de los años 70, Marv Wolfman.

   El éxito de Tomb of Dracula propició la aparición de otras series con monstruos de terror clásicos, como Werewolf by night, con el hombre lobo de protagonista y cuyas aventuras se cruzarían con las del propio príncipe de las tinieblas, con unos 40 números publicados, Monster of Frankenstein, que sigue la estela de la criatura creada por Mary Shelley durante unos veinte números y tres colecciones diferentes de Man-Thing, una especie de criatura del pantano que se estrellaba una y otra vez en las ventas.
   Tomb of Dracula también tuvo una serie derivada en forma de magazine en blanco y negro, Dracula Lives!, donde se los creativos se podían explayar con mayor libertad en argumentos más explícitos y comprometidos.

   El arte de toda la serie corrió a cargo del veterano Gene Colan que mostró su entusiasmo de querer ocuparse de la colección cuando se enteró de los planes de Marvel para el conde vampiro. Presentó varias páginas a Stan Lee, por entonces Director General de Marvel. El sombrío estilo de Colan, acompañado de las tintas de Tom Palmer resultó adecuado para la colección. Pocas series mantendrían el mismo equipo artístico durante toda su vida, y el trinomio Wolfman-Colan-Palmer resultó ser un espectacular éxito. Drácula había aterrizado en el universo Marvel.

   La tumba de Drácula crearía así mismo un universo propio donde nacieron personajes como Blade o los Nightstalkers y Drácula comenzó a cruzarse con Spiderman, la Patrulla X, Dr. Extraño o Estela Plateada.

   El diseño gráfico del no muerto obedecía a la imagen clásica que todos tenemos del personaje. Un hombre de porte aristocrático, enfundado en esmoquin y con larga capa. Sin embargo, la cara no se inspiraba en ninguno de los actores conocidos por interpretarlo en el cine, como Bela Lugosi o el entonces exitoso Christopher Lee sino en Jack Palance, que interpretaría al propio Drácula en una tv movie en 1973, un año después del exitoso debut de la serie de Marvel.
   En nuestro país, la serie gozó de una aceptación tremenda y prácticamente todas la editoriales que han tenido licencia de las publicaciones Marvel han editado la serie a lo largo de estos 40 años de historia. Vértice, Forum, Planeta de Agostini y Panini han publicado la serie en distintas formas.
   La tumba de Drácula siempre quedará como uno de los momentos irrepetibles de la historia del cómic y como el buen hacer de un equipo artístico cohesionado puede llevar al éxito a un personaje que es un villano en sí mismo. Sólo por esa oportunidad, merece la pena hacerse con ésta edición de lujo.


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