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Spideyconan, de Antonio Roguera |
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click de famobil "custom". |
“Ante todo, empezar pidiendo excusas porque ni soy dibujante ni lo pretendo (el coloreo a rotulador habla por sí solo) pero me ha parecido una estupenda idea lo de aportar experiencias sobre cómo se aficionó cada uno a este personaje porque, muy probablemente, será hablar de cómo nos aficionamos al cómic.
En mi caso esto ocurrió alrededor de los 10 años –época en la que tenía tiempo para dibujar (ahora también me gustaría pero ¡no tengo apenas tiempo!)-, y fue comprando de cuando en cuando algún cómic de los que empezaba a publicar Fórum (a 95 pesetas, que no era moco de pavo, allá por el '82 u '83, así que había que ahorrar), aunque también se podían encontrar publicaciones bajo el sello de Bruguera o de Mundicomics (de Ediciones Vértice, como ya dijo Ángel en una de sus entradas) en los quioscos y librerías. Tiene guasa cómo adorábamos esos cuadernillos grapados de papel con clara tendencia al amarilleo y que hoy, por el contrario, con todo el acceso que hay a este tipo de contenidos gracias a Internet, haya que andar fomentando la afición entre los adolescentes…
Hoy está claro que “Espiderman” es carne de merchandising y sirve para decorar cualquier juguete (no sé a qué espera Playmobil… será cosa de derechos –adjunto una foto de un Playmobil “tuneao” de Spiderman-), pero los cómics enganchaban porque éste era un superhéroe con problemas mundanos, poco más que un adolescente que, por otro lado, tenía que salvar al mundo.
Creo que es del tipo de personajes que cuesta seguir dado el nivel de explotación al que se le ha sometido (difícilmente todos sus cómics gustarán a todos) pero, se mire como se mire, es uno de los iconos fundamentales de la cultura popular de finales del XX y comienzos del XXI. ¿Al nivel de Tarzán en la primera mitad del XX? Ahí queda el debate.
Antonio Roguera
PD: Por cierto, el Rey de los Monos cumple también años ahora, nada menos que 100. Hace muy poco falleció Joe Kubert, uno de los dibujantes canónicos de este personaje. A lo mejor se podría hacer algo para conmemorarlo (además esto permitiría una conexión con lectores y aficionados de más edad. En fin una idea…”