domingo, 9 de noviembre de 2014

[Reseña] TARZÁN. EL ORIGEN DEL HOMBRE MONO (Joe Kubert)

   Hoy la reseña está complicada. Vamos a hablar de dos leyendas del cómic y eso, señores, son palabras mayores.


   Por un lado tenemos a Tarzán, uno de los personajes icónicos del noveno arte que, aunque originario de la literatura y encumbrado por el cine, su peso en la historia del cómic es igualmente significativo. Por el otro lado tenemos a uno de sus autores más destacados, una leyenda del cómic que ha creado escuela y sigue siendo un referente mundial en el campo de la historieta, Joe Kubert.

   ¿Por dónde empezamos?

   Hagamos un poco de historia. 

 Tarzán fue creado por el escritor Edgar Rice Burroughs y publicado por primera vez en la revista pulp All Story Magazine, en octubre de 1912. Burroughs, autor también del ciclo marciano de John Carter, creó al rey de la selva actualizando el mito universal del héroe criado por animales. Con una visión colonialista, propia de la época, sitúa a un personaje blanco en un entorno salvaje como es la selva africana en la que no sólo se adapta perfectamente a un hábitat que no es el suyo, sino que lo domina y reina sobre animales salvajes y tribus aborígenes. Tarzán, sin embargo, no utiliza esa influencia en beneficio propio o de potencias extranjeras sino que se convierte en defensor de la Naturaleza y el estilo de vida salvaje, enfrentándose continuamente a expediciones británicas o americanas llegadas para explotar los recursos de la selva.

   El ciclo literario del Tarzán de Burroughs se completa con veinticuatro novelas cuyo éxito hace que salte a otros medios, como el cinematográfico (con más de cien películas dedicadas al personaje) y el cómic. En enero de 1929 comenzó a publicarse en multitud de periódicos, una daily strip gestionada por el United Feature Syndicate y dibujada por otro de los grandes maestros del cómic americano, Harold Foster. Foster, con su estilo realista y limpio, adaptaría aquí la primera novela de Burroughs, Tarzán de los Monos. Comenzando de éste modo una relación entre el Rey de la Selva y el noveno arte que dura hasta nuestros días. A Foster le siguieron multitud de dibujantes, destacando entre ellos Burne Hogarth, cuyo trabajo en Tarzán se convertiría en canónico, dotando al personajes y sus historias de un dinamismo poco visto en los tebeos de la época y con una abigarrada composición de la página con influencias manieristas y barrocas que le llevaron a ser apodado el Miguel Ángel del Cómic. Otro de los grandes autores asociados a Tarzán es Russ Manning. Manning se acercó más al personaje literario creado por Burroughs, adaptado fielmente muchas de las novelas de Tarzán, con un estilo clásico y exquisito, liberándose de clichés estéticos impuestos y desarrollándose más plenamente en las páginas dominicales.

   Así llegamos a los años 70 y a Joe Kubert. Desde su más tierna infancia, Kubert siempre se declaró un admirador del personaje y de la etapa dibujada por Harold Foster. Como indica en la introducción de éste primer volumen que recopila su trabajo, esta etapa fue fundamental en su desarrollo posterior como historietista, llegando a plantear a DC Cómics, donde venía desarrollando su carrera profesional en las colecciones de Sgto. Rock y Hawkman, la posibilidad de adquirir los derechos de Tarzán para su posterior publicación en forma de cómic book.


   Joe Kubert (1926-2012) llegó al mundo del cómic a muy temprana edad. Con once años entró a trabajar como aprendiz en una agencia de historietas. Su estilo clásico y con claras referencias del propio Foster, Alex Raymond o Milton Caniff, pronto le hicieron progresar en el medio. Trabajador incansable, desarrolló la mayor parte de su carrera en DC Cómics, ocupándose de varias de las colecciones bélicas de la editorial. Destaca significativamente su trabajo en las mencionadas series de Sgto. Rock y Hawkman, así como El As Enemigo, Batman o Flash. Posteriormente haría historias más personales como Fax from Sarajevo, donde cuenta la angustiosa vida de Erwin Rustemagic, agente de historietas y amigo personal de Kubert, que estuvo aislado con su familia en el sitio de Sarajevo, entre 1992 y 1994 durante la Guerra de Yugoslavia y cuya única comunicación con el exterior era a través de un sencillo fax.

   La aportación de Joe Kubert a Tarzán se hace a través de una serie de 29 números que narra la historia del personaje desde el principio. Ocupándose también de un spin-off, Korak, son of Tarzan así como de otras series complementarias del universo de Burroughs como Carson de Venus o el propio John Carter de Marte.


   El primer volumen publicado por Yermo Ediciones, recopila los números 207 a 214 de la colección Tarzán, siguiendo la numeración original de los cómics clásicos del personaje aunque, como ya se ha indicado, volviendo a los orígenes. Kubert realiza un Tarzán más nervudo, fibroso y sobre todo, salvaje. Es un auténtico hombre de la selva que se enfrenta a sus enemigos con toda la fuerza de su ser en viñetas llenas de acción y dinamismo con luchas cuerpo a cuerpo donde destaca la especial predisposición del autor para desarrollar la anatomía humana en todo su esplendor.

   Este tomo inicial se verá continuado por sucesivos volúmenes hasta completar toda la etapa desarrollada por el maestro en la serie. Una colección que no debería faltar en cualquier buena tebeoteca que se precie de serlo.


1 comentario:

Prof. Bruttenholm dijo...

Excelente reseña la de Jesús, sobre un Maestro del Noveno Arte cuya obra siempre es buena idea revisitar. La composición de página y las escenas de acción no tienen secretos para Joe. Le rendimos homenaje en este blog cuando falleció (http://www.extrebeo.com/2012/08/nos-deja-un-maestro-joe-kubert.html )