jueves, 17 de septiembre de 2015

De la C a la C (34) Emilio Freixas

¡Hola! Hoy voy a hablaros de un caso muy especial. Es (fue) un dibujante de cómics y todos vuestros padres (o vosotros si ya tenéis una edad) le conocen. Pero muy pocos saben que fue dibujante de historietas. ¡Y qué dibujante, señora! Hasta algún premiete sin importancia ganó, como Mejor dibujante por la National Cartoonist Society de Nueva York (1947); Mejor dibujante en el Congreso Internacional de Cómics de Nueva York (1952); Mejor dibujante en la Convención Internacional del Cómic (1972)... Hablo de Emilio Freixas


Emilio Freixas nació en Barcelona en 1899. Yo todavía era muy joven y no me acuerdo bien. Desde jovenzuelo sus padres le metieron a estudiar en el taller del pintor Emilio Casals, donde aprendió dibujo clásico, proporciones, perspectivas, etc. y posteriormente entró en el taller de escenografía de Bulbena y Girbal, donde aprendió entre otras cosas el lenguaje teatral (y por tanto cinematográfico) que posteriormente utilizaría . Desde bien chico empezó a trabajar haciendo ilustraciones para cuentos infantiles y revistas como El Hogar y Lecturas.





Y ya en 1935 da sus primeros pasos en lo aquí nos toca más de cerca: La historieta. Comienza en las revistas Mickey y Pocholo llevando al cómic obras literarias, como los Viajes de Gulliver o Dos años de vacaciones de Verne. En estas primeras obras la narración se hace principalmente a través de cuadros de texto puntuados por viñetas, lo que entorpece bastante el ritmo desde mi punto de vista. Pero entonces llega la revista Chicos, y aquí empieza su verdadera carrera como historietista. En un principio continúa llevando al tebeo narraciones literarias narrada en cuadro de texto, pero aquí ya comienza a utilizar unas composiciones de página realmente rompedoras, con viñetas de formas geométricas que quedan muy lejos del típico rectángulo, y a hacer gala de la que sería una de sus señas de identidad: El dinamismo


Siempre le dio una importancia enorme al dinamismo en el cómic, cosa poco sorprendente si tenemos en cuenta que una de sus mayores influencias fue Alex Raymond, el autor de Flash Gordon. Posteriormente ya pasó a dibujar un cómic más “tradicional”, narrado a través de la viñeta y los bocadillos, creando obras de acción, aventura y fantasía generalmente guionizadas por J. Canellas Casals. Hicieron muchísimas cosas juntos, pero hay una que quiero destacar especialmente porque me encanta a muchos niveles: Es un cruce de cómic de superhéroes (venga, el prota hasta vuela) y cómic de aventuras a los Indiana Jones, el dibujo me parece una pasada y, lo más importante, ES UNA PUTA LOCURA! Madre mía, lo he leído dos o tres veces y nunca me entero de nada de lo que está pasando. Parece que intentan resumir una temporada de Lost cada tres viñetas. Pero eso no quita que sea una chulada, es profundamente hipnótico. Hablo del... ¡Murciélago humano!


Ya en 1944 se ata los machos y decide apostar por la autoedición, creando junto a su hijo Carlos Freixas (otro excelente dibujante de cómics que trabajó sobre todo en Argentina) y Ángel Puigmiquel la colección Mosquito, una revista en formato vertical (la mayoría de las historietas de la época eran en formato horizontal) que duró muy poquito, aunque lo suficiente para que Freixas creara a su personaje más importante (y su favorito): El Capitán Misterio


Con guión de Puigmiquel y muy influenciado por Phantom (aquí el Hombre Enmascarado) en el concepto y por Alex Raymond en el dibujo, aunque con un diseño único (Capucha, torso al aire y pantalón bombacho de montar. Y queda guay!) y siendo una obra totalmente original. Acompañado por el gigante negro Pancho y el adolescente Balín ayuda a los pobres colonos sobre todo ingleses a luchar contra los malvados indígenas. ¿Qué esperabais? ¡Era el año 1944! ¡Hace 15 años en España todavía doblábamos al Carl de los Simpson (Colega de Lenny. Sabéis de quién hablo) con acento cubano!

El caso es que es considerado de forma unánime la obra maestra de Freixas y después del cierre de Mosquito se siguió publicando en Chicos. Y es una gran obra, el dibujo es magnífico


En 1950 dejó de dibujar cómics habiendo dejado a sus espaldas un legado fantástico. Parece que lo dejó por cuestiones económicas, y empezó a dedicar casi todo su trabajo a la ilustración (tiene ilustraciones que son una auténtica pasada) y a la pedagogía del dibujo. Y aquí retomo lo que decía al principio.

Es muy probable que vuestro padre no leyera historietas de Emilio Freixas. Es incluso más probable que las leyera y no supiera que las dibujaba un tal Freixas, no somos tantos los que leemos un cómic y miramos a ver cómo se llaman el guionista y el dibujante. Pero es CASI SEGURO que en algún momento tu padre aprendiera a dibujar con las láminas de Freixas.


Se utilizaban en el colegio para aprender a dibujar o como forma de divertirse en casa. Formaban parte del Método Freixas de dibujo, y básicamente eran unas ilustraciones preciosas para copiar, en algunos casos con una versión abocetada al lado para que vieras cómo empezar tu dibujo, que luego perfeccionabas con sombreados, texturas y esas cosas que enseña magistralmente Fran Iconos en sus cursos.


Aparte de estas láminas, que a día de hoy se siguen utilizando y vendiendo, escribió una burrada de manuales de dibujo para todos los niveles. 

Nada más por ahora, si ya lo conocíais seguro que os ha hecho ilusión volver a recordarlo. Y si no, estoy encantado de haberos presentado a un genio del cómic e ilustrador magnífico

Yo ya me retiro, nos vemos la semana que viene para tratar algún tema relacionado con el cómic y seguir abusando de los paréntesis. Hasta entonces... ¡Gracias por leerme!

EXCELSIOR!

1 comentario:

Prof. Bruttenholm dijo...

Excelente artículo, como siempre, Mon!
A seguir así.