domingo, 29 de junio de 2014

[Reseña] HICKSVILLE (Dylan Horrocks)

    Nacida del surgimiento de ese nuevo concepto que se ha dado en llamar novela gráfica ya sabéis, el comic de toda la vida pero con un porrón de páginas y argumentos mayormente ombliguistas con la que gafapasteros con ínfulas seudo intelectualoides (no, yo no leo tebeos, eso es cosa de frikis, yo leo novelas gráficas que para eso soy un hipster y molo mazo) pueden sentirse a gusto y superiores al resto de los mortales. La obra que voy a reseñar a continuación  se encuentra en la cumbre de los títulos de éste llamémosle género.


    Hicksville es uno de los títulos que mejores críticas ha tenido de este auge de lo que se debería llamar sin más cómic de autor. Narra la búsqueda por parte del periodista Leonard Batts de los orígenes de un triunfante y talentoso dibujante de cómics de superhéroes, Dick Burger. Sus pesquisas le llevan a una pequeña y costera localidad de Nueva Zelanda. Allí se encuentra con la sorpresa en que toda la población es experta en tebeos y que la sola mención del nombre de Dick Burger les pone a todos de muy mal café. Poco a poco Batts irá descubriendo los motivos de esa animadversión de los peculiares habitantes de Hicksville hacia su hijo más famoso y los sorprendentes secretos que allí se ocultan.

    La historia se compone de varios fragmentos protagonizados por diferentes personajes y que aúna misterio, amor, intriga y humor, teniendo al mundo del cómic como eje vertebrador de la obra. Con una composición en muchos puntos compleja, Hicksville es la representación localizada de la esencia humana mostrada mediante metáforas y símbolos con los que el autor juega para dar mayor intensidad y relevancia a un argumento que de por sí es bastante simple.

    Dylan Horrocks juega con ese realismo mágico mediante la inclusión de historias paralelas a la trama principal que sirven como encaje de bolillos para manifestar su interés en mostrar esa naturaleza humana llena de inseguridades, desamores y miedos a través de un compendio de estilos para cada una de las subtramas y la inclusión de otros elementos diferenciadores acordes al relato que cuentan.

  El estilo gráfico de Horrocks, aunque simple en su planteamiento y poco comprometido artísticamente, sirve perfectamente a la narración que pretende mostrar y casa  con el ritmo de la obra.

    Hicksville es una historia de historias, de personajes con vidas que continúan, inacabadas. Muchas de las subtramas no terminan de cerrarse, mostrando de este modo una vida que sigue y por la que el autor ha pasado tangencialmente, narrando solo un fragmento de las mismas y sin un final aparente.

   El título fue publicado incialmente en España por Edicions De Ponent, encargándose Astiberri de una segunda edición con más complementos y una nueva introducción de su autor. Una obra que además fue elogiada por la crítica y merecedora de multitud de premios y menciones siendo nominado a dos premios Ignatz, un premio Harvey y dos premios Alph’Art, ganó dos premios Goodies y fue elegido libro del año por The Comics Journal.

   Hicksville es, al fin y al cabo, un gran homenaje al mundo de los tebeos, realizado en tono sardónico y divertido pero que también supone una gran crítica al cómic como industria, así como un reflejo de una sociedad llena de anhelos, remordientos y verdades ocultas. Una obra que no debería estar sólo en bibliotecas gafapastiles.


2 comentarios:

ICONOS dijo...

Viva el gafapastismo! Enciendo una vela por esta obra.

Prof. Bruttenholm dijo...

Está claro. Los tebeos los hay buenos y malos, el resto de consideraciones pueden tener un interés puntual en función de criterios concretos (comerciales, artísticos,...). Yo me acabo de leer "Xenozoic Tales" (sí, ya lo sé, ya era hora), no responde a la definición de novela gráfica pero... ¿y qué? Vaya pedazo de tebeo ¡Y excepcionalmente bien dibujado! Que eso también mola, ¿no? Que últimamente esto lo descuidan muchos. Buen trabajo, Jesús, con las reseñas.