domingo, 21 de diciembre de 2014

[Reseña] EL INVIERNO DEL DIBUJANTE. (Paco Roca)

  Última reseña del año antes del parón navideño. Hoy nos acercamos a un clásico moderno del tebeo español. Un título que por méritos propios, merece un lugar destacado en las estanterías de nuestras tebeotecas.

  El invierno del dibujante es un homenaje a toda una generación de artistas del pincel que pusieron su nombre con letras de oro en la historia del tebeo en España. Una generación de dibujantes que hizo reír a pequeños y mayores en la deprimida España de la postguerra. La generación de la Editorial Bruguera.

  Narra la historia de la peculiar relación que Bruguera tenía con sus dibujantes. En la que se trabajaba sin parar, con horarios de oficina. Una época en la que se dibujaba a destajo, cobrando a tanto por página y en la que la editorial no sólo se quedaba con los originales sino que obligaba por contrato a que los dibujantes renunciasen a todos sus derechos de autor. A cambio recibían un sueldo más o menos decente con el que poder vivir.

  Pero en 1957 los dibujantes estrella de Bruguera se plantaron. Giner, Escobar, Peñarroya, Cifré y Conti se cansaron de este trato y decidieron abandonar la editorial para tomar el timón de sus vidas y su arte. Juntos montaron la revista TÍO VIVO, que orientarían hacia un público más adulto del que normalmente venían haciendo. A partir de esta premisa, se construye la descripción de unos personajes y una época de nuestra historia, tomando también como protagonista a la ciudad de Barcelona, en cuyos escenarios y calles transcurre gran parte de la trama.

  El invierno del dibujante nace de un sueño infantil del propio autor, que creció, como una gran generación de lectores, con Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y la época de las revistas infantiles como Pulgarcito o la propia Tío Vivo. Unas historietas que emanaban magia y cuyos dibujantes eran auténticas estrellas e ídolos de los niños del país.

  Paco Roca es un autor sobradamente conocido y reconocido. Ganador del Premio Nacional de Cómic por Arrugas, nos ha regalado a la historieta española y a los miles de aficionados título tan emblemáticos como El Juego Lúgubre, Arrugas, Las calles arena, Memorias de un hombre en pijama o esa gran novela gráfica que es Los surcos del azar. El propio dibujante reconoce que para lo más difícil fue la documentación, no solo de vestuario y escenarios, sino del modo en que se trabajaba en Bruguera y encontrar autores de aquella época que pudieran aportarle información de aquellos años. Para ello se entrevistó con personajes como Víctor Mora (creador del Capitán Trueno), Jordi Bayona (uno de los capitoste de la editorial) o Julia, redactora de la misma. También recurrió al NO-DO, las instantáneas del fotógrafo Catalá Roca o películas clásicas del cine español para captar el ambiente de la época.

  El estilo pulcro y limpio de Paco Roca, así como el color con aires vintage empleado para reseñar, con diferentes tonalidades, los saltos temporales que hay la historia y que surgen a modo de flash backs que muestran la lucha pionera de este grupo de dibujantes por reivindicar la autoría de los derechos sobre sus obras.
  En definitiva, El invierno del dibujante es una obra esencial que muestra no sólo una época pasada sino un mundo apenas conocido como es el de los dibujantes de Bruguera y su relación con la editorial, que muchos creíamos idílica. Un título que puede disfrutarse por todos los públicos y un buen regalo que poder hacer en estas señaladas fechas.


FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO.


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