27 artículos después, ya va siendo
hora de hablar del Rey. Y no hablo de Elvis. Ni de Juanca. Ni de
Lebron James. Me parece que el mote no es unívoco. En fin, que hablo
del que puede ser el dibujante más importante de la historia del
cómic de superhéroes: Mr. Jack Kirby.
La tendencia cuando se habla de Jack
Kirby es hablar de su pelea foreveranever con Stan Lee y su lucha
por conseguir que se le adjudicara más reconocimiento en la creación
de los grandes héroes de Marvel. Pero como yo soy un tipo pragmático
y entiendo que esas disputas nunca se van a resolver porque solo
Kirby y Lee estaban allí, voy a dejar de lado esa discusión. Y como
intento ser un tipo positivo prefiero centrarme en el otro lado de la
historia, que es: Lo que hicieron juntos Stan Lee y Jack Kirby hacen
que se merezcan ser adorados como dioses por todos los fans del cómic
de superhéroes. Porque a fin de cuentas, para mí lo más importante
de Jack “The King” Kirby es que es la persona que convirtió esto
en esto
En 1917 (algunos no os acordaréis)
nació un muchachete en una familia bastante pobre afincada en
Manhattan. Sus padres habían emigrado desde Austria y ahora
trabajaban un millón de horas al día para llevarse unos dólares.
Esta pobreza dejó una marca enorme en su hijo, que pasaría toda su
vida obsesionado con conseguir el dinero necesario para mantener
confortablemente a su familia. El nombre del niño en cuestión:
Jakob Kurtzberg.
De pequeño empezó a trabajar de todas
esas cosas que trabajan los niños americanos (como repartir
periódicos) para sacar unas perrinas y ayudar en casa. Lo poco que
le quedaba para él se lo gastaba en revistas pulp e ir al cine. Años
más tarde diría que las pulp fueron su escuela de escritura y el
cine y las tiras de prensa su escuela de dibujo.
Su primer trabajo remunerado como
dibujante fue en el mundo de la animación, donde trabajó como
“rellenador” en las series Popeye el Marino y Betty Boop. A los
pocos meses lo dejó y emez´a trabajar en el mundo en el que se
haría un gigante: El cómic. Empezó a trabajar para el Lincoln
Newspaper Syndicate, un grupo que vendía tiras de prensa muy
parecidas a las de mayor éxito a los periódicos que no podían
permitirse pagar estas últimas.
Jakob dibujó (y en algunos casos
guionizó) todo tipo de historias para Licoln: De vaqueros,
caricatura política, ciencia ficción... Y todo ello bajo diferentes
seudónimos. Su obra más exitosa era la tira Socko the Seadog, una
copia poco sutil de Popeye (del que el año anterior había estado
“rellenando” historias) que dibujaba bajo el nombre “Teddy”.
3 años y medio después pasa a
trabajar para Fox Features Syndicate, famosa por pagar poco pero a
tiempo. Allí trabaja por primera vez en un cómic de superhéroes,
the Blue Bolt. En Fox conoce al escritor y editor Joe Simon, que será
su pareja de oro hasta que conozca a Stan Lee. Simon, que hacía
trabajos como freelance, se quedó impresionado por la calidad del
trabajo y la velocidad a la que trabajaba Jakob, así que cuando este
le pidió que le ayudara a trabajar como freelance se lo llevó
corriendo a su despacho y empezaron a colaborar. Jakob Kurtzberg
adopta el seudónimo que le acompañará siempre: Jack Kirby.
Poco después dejan Fox y empiezan a
trabajar para una nueva editorial, Timely (como ya hemos comentado
muchas veces, la editorial que pasará a llamarse Marvel). Allí
crean a diversos personajes, como la Visión original, Red Raven... Y
su primera gran creación, la que se convertirá en el personaje más
importante de Timely: El Capitán América
El Capitán América fue un éxito
absoluto, tened en cuenta que se empezó a dibujar cuando la Segunda
Guerra Mundial estaba en marcha y el patriotismo americano alcanzaba
cuotas todavía más altas de las acostumbradas. De hecho fue un
éxito tan grande que Goldman, dueño de Timely que había prometido
a Kirby y Simon parte de los beneficios, empezó a hacer trampas para
pagarles mucho menos. Así que se cabrearon y se fueron a la
competencia: DC
En DC, tras intentar obligar a la
pareja a trabajar con argumentos establecidos y ver que no les hacían
ni caso, les dieron las nuevas directrices “Haced lo que os de la
gana”. Y dentro de las cosas que les dieron la gana estuvieron
éxitos como la renovación de Sandman y Manhunter o la creación de
los Jóvenes Comandos, su mayor éxito en esa etapa.
En 1942 Kirby se encontró con un
conflicto: Quería ir a luchar por su país en la WWII pero
necesitaba el dinero de su trabajo para mantener a su familia. Así
que hizo lo más loco que podía: Trabajar como la mula más veloz
del universo y preparar cómics para todo un año (mientras seguía
produciendo la cantidad habitual) Su plan era “Preparar suficiente
trabajo como para poder ir a Europa, matar a Hitler y volver antes de
que los lectores se dieran cuenta”. Desde 1943 a 1945 estuvo
luchando en Europa. A la vuelta Simon encontró trabajo para Kirby y
él en la editorial Harvey, donde dibujaron todo tipo de cómics
teniendo especial éxito con el cómic romántico. Posteriormente
Simon dejaría el mundo del cómic para dedicarse al de la publicidad
pero Kirby continuaría. Siguió produciendo cómics de gran calidad
para varias editoriales hasta que llega el momento más importante de
su carrera profesional y uno de los más importantes de la historia
del cómic de superhéroes:
El éxito espectacular que tuvieron los
4 Fantásticos supuso el principio de la llamada “Edad de plata del
cómic” o “la Era de Marvel”. Una parte fundamental de este
éxito fue el dibujo de Kirby, que llevó unos niveles de acción
nunca vistos en el cómic. El estilo Kirby pasó a ser el estilo
Marvel. Creó a todos los primeras espadas originales de Marvel
(Thor, Ironman, Hulk, los X-men...) excepto al Dr. Extraño y
Spiderman, diseñados por Steve Ditko. Según el dibujante Don Heck
“Lee quería que Kirby fuera Kirby, que Ditko fuera Ditko y que
todos los demás fueran Kirby”
Durante sus 10 años en Marvel creó
algunos de los mejores cómics de superhéroes de la historia, como
la Saga de Galactus de los 4F o el número “Hasta los Vengadores
pueden morir” de (en efecto) los Vengadores. Siguiendo el método
de trabajo conocido como el “Método Marvel”, Kirby era en una
gran parte responsable de los guiones de sus obras. En algunas obras
“menores” como los Inhumanos aparece destacado como guionista y
dibujante. Pero la popularidad que estaba ganando Stan Lee y su falta
de reconocimiento como guionista le tenían muy mosqueado. Y las
condiciones leoninas que le ofreció Goldman en el último contrato
(aunque bien pagado) le convenció para mandarlo a Parla e irse a la
competencia, DC. Este fue el primer caso de estrella de una editorial
que se va a la otra.
Su etapa en DC es la más personal de
su carrera, teniendo absoluta libertad en guiones y dibujos. Esto
destaca especialmente en su serie más famosa de esta etapa, los
Nuevos Dioses.
Sin embargo ninguna de sus trabajos
tuvo el éxito que se esperaba. En 1976 volvió un par de años a
Marvel, donde sus trabajos tampoco tuvieron mucho éxito y se fue muy
enfadado. En esta etapa creó entre otros a los Eternals, que muchos
años más tarde (al igual que pasó con Sandman) fueron rescatados y
reformados por Neil Gaiman.
En los siguientes años creó cómics
para algunas compañías independientes y un par de cosas para DC.
También volvió a la animación entre otras cosas cocreando la serie
“Los Centuriones” que nadie recuerda y que a mí me encantaba. Y,
sobre todo, peleó mucho por conseguir derechos para los autores de
cómics frente a las editoriales. Sus litigios con Marvel le
sobrevivieron, y hace un par de años sus herederos y la compañía
llegaron a un acuerdo sobre los derechos de sus creaciones. En 1994
murió de un ataque al corazón a los 77 años.
Nos deja un legado espectacular y toda
una forma de hacer cómics. ¡Larga vida al rey!
Y y me quedo aquí esperando hasta la
semana que viene, en la que hablaré de alguna otra cosita de este
increíblemente extenso mundo que es el de la historieta. Así que
nos vemos la semana que viene. Hasta entonces... ¡Gracias por
leerme!
EXCELSIOR!
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