domingo, 16 de febrero de 2014

[Reseña] DON QUIJOTE (Flix)

La más grande novela que ha dado la literatura universal (un poco de chovinismo carpetovetónico nunca viene nada mal) ha sido objeto de múltiples adaptaciones al medio historietil. Una veces con más, otras con menos acierto, nuestro Caballero de la Triste Figura ha cabalgado a lomos de su fiel Rocinante entre viñetas multitud de veces.

Con interpretaciones de lo más variadas, incluida una, muy a mi pesar, versión fallida de ese ilustre maestro que es Will Eisner, todas, o la inmensa mayoría muestra una cercanía al libro original de Cervantes, mostrando los episodios más conocidos del mismo y describiéndolos dentro del espacio temporal en que la novela se escribió, un Siglo de Oro lleno de luces y sombras.

Don Quijote, de Flix, es una nueva aproximación a la obra del Manco de Lepanto. Enfocada de un modo diferente, nos trae el clásico cervantino a la época actual, de la mano de Alonso Quijano, un anciano cascarrabias que se pasa el día protestando por la instalación de una planta de molinos de energía eólica en el ficticio pueblo de Tobosow.

Armado con su máquina de escribir y una determinación inasequible al desaliento, envía multitud de cartas a diversos periódicos locales para mostrar sus quejas por los más diferentes motivos. La inacción de la población y las muertes de varios amigos que le apoyaban en sus reivindicaciones, hacen que pierda la chaveta y que se ve agravada por una demencia senil latente.

Tras un episodio violento en un club de alterne, que hace las veces de cierta venta manchega, Don Alonso es puesto a cargo de su hija, una divorciada que se expresa enumerando sus argumentos.  Allí conoce a su nieto Robin (un Sancho Panza infantil), con quién apenas había tenido trato en el pasado. Robin es un furibundo seguidor Batman, al que toma como ejemplo y guía en su vida. La mente desvariada de Alonso y la fantasía desmedida de su nieto les embarcará en una aventura que les hará recorrer las calles de la ciudad desfaciendo entuertos y saliendo bastante escaldados de ellos.

Flix (Felix Görmann) plantea en esta obra las vicisitudes de la vejez, poniendola bajo el rostro de un anciano senil, solitario y cuyo contacto con el exterior son las continuas quejas y reproches que lanza a través de sus cartas y sus acciones reivindicativas. Un yayoflauta moderno con el rostro quijotesco que se encuentra desubicado en la sociedad actual y que sigue reflejando las mismas angustias que su predecesor hace cuatrocientos años.

Don Quijote de Flix, fue publicado inicialmente por capítulos en los diarios alemanes Frankfurter Allgemeinen Zeitung y Märkischen Volksfreund y finalmente recopilados en este tomo de Dibbuks, que recoje todos ese material más algunas páginas desarrolladas específicamente para esta edición.

Una oportunidad de acercarse al clásico cervantino de una manera desenfadada e imaginativa, con multitud de guiños a la obra original y que respeta los cánones impuestos por Don Miguel.

Y como diría Alonso Quijano, ¡Al enemigo, puente de plata!


1 comentario:

Pablo Calvo dijo...

Muy interesante la reseña, además de un autor poco conocido (al menos yo no tenía noticia de su obra). En algunas viñetas me recuerda al dibujo de Manu Larcenet en "Los combates cotidianos", con un estilo suelto y personal. Y sobre el fondo, me parece muy atractiva la idea de abordar el tema de las manías y achaques de la vejez desde una adaptación moderna de aquel universal hidalgo de La Mancha.
Mis felicitaciones por tantas y tan variadas reseñas.