En Navidades, estuvimos en época de vacaciones y de regalos, sobre todo para los más pequeños, y pensamos en dedicar un programa a recomendar algunas obras que pueden ser disfrutadas por toda la familia.
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Tradicionalmente viene ocurriendo que la franja de edad que abarca desde los primeros lectores (6 años aprox.) hasta que los niños pueden enfrentarse a los cómics de Astérix, Lucky Luke, algunos Mortadelos y similares (9-10 años) ha estado bastante descuidada por el mercado editorial. Sin embargo, en los últimos años asistimos a una clara recuperación de las obras que pueden disfrutarse con estas edades, ya sea por la vía de la reedición de clásicos del cómic infantil ya sea por la publicación de obras de nueva creación.
Así pues, como decíamos, hablamos de obras que están también al alcance de los más pequeños lectores. Es una gran idea iniciar a los niños a la lectura también en el medio comiquero. En contra de lo que algunos puedan pensar la lectura de cómics y el disfrute del dibujo no desincentiva ni estorba al fomento de obras no ilustradas. Es más, al cómic se llega en ocasiones cuando uno busca, por ejemplo, el origen de muchas series de TV y películas, pasando así del medio audiovisual a la lectura. Por otro lado, al igual que pasa con cualquier tipo de lectura, el cómic permite ir progresando en el nivel de dificultad y en la diversificación de temas a medida que pasa el tiempo y cambian los intereses del lector. También ocurre que, buscando la ampliación de un tema cuyo interés ha nacido a través del contacto con un cómic, el lector continua a menudo su lectura en libros.
Empezamos nuestra recomendaciones con Bermudillo (de Piet Wijn a los lápices y Thom Roep al guión), la reedición de un clásico holandés que ya fue editado en nuestro país en los años 80 pero que ahora es recuperado en una colección de la que ha salido el primer volumen por parte de Dolmen Editorial, dentro de su colección Fuera Borda. Por 29,95 € te llevas un tomo recopilatorio de los 3 primeros álbumes. El dibujo es excepcional, clásico y muy expresivo en cuanto a los rasgos faciales. "...el protagonista es un simpático anciano (con pinta de Gnomo gigante), que lleva un hatillo mágico del que puede extraer los objetos que necesita para cada ocasión. Y va deshaciendo entuertos allá por donde pasa." (CITA) Vídeo sobre el trabajo del dibujante holandés AQUÍ.
En 2º lugar recordamos a Kitaro, la serie del personaje creado por Shigeru Mizuki, el grandísimo autor japonés recientemente fallecido al que ya dedicamos un programa (VER). "Bajo su aspecto infantil, Kitaro de los Cementerios es un yokai, un ente sobrenatural último descendiente de una casi extinguida estirpe de fantasmas japoneses. Bajo su apariencia inocente y asesorado por la única parte de su difunto padre que se mantiene viva –un ojo-, Kitaro dotado de grandes poderes mágicos se dedica a vagabundear por el mundo ayudando a los humanos y otros yokais frente a todo tipo de curiosas amenazas sobrenaturales."(CITA) Está a punto de publicarse el 4º tomo (Astiberri, 18 €) de esta serie fantástica -en los 2 sentidos de la palabra-, disfrutable por todas las edades (digamos que a partir de unos 7 u 8 años) y que, atención, engancha un montón porque su calidad se mantiene imperturbable aunque haga 50 años de su aparición (cosa que no parece). Otra cuestión que puede destacarse es cómo el sentido de lectura oriental propio de los manga no echa para atrás a los niños que se adaptan casi inmediatamente a él y les atrae mucho.
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