Retomamos por tercera
vez en ésta sección al mítico espía de Marvel. Un personaje que ya se ha
convertido en fetiche.
Tras Nick Furia contra SHIELD y Nick Furia. Mis guerras perdidas, hoy toca centrarse en la etapa más
legendaria del agente secreto marvelita.
Las primeras aventuras
del coronel fueron escritas por Stan Lee y dibujadas por el Rey, Jack Kirby,
creadores de todo el universo Marvel moderno. Pero el rey no podía atender la
ingente producción que sostenía en sus portentosas manos y comenzó a delegar en
sus ayudantes y entintadores.
Entre ellos, surgió la
figura de Jim Steranko, a quién se le dio la oportunidad de demostrar su
talento, convirtiendose en autor completo, ya que, aparte del dibujo, también
se hizo cargo de los guiones, con la ayuda inestimable del propio Stan Lee y
Roy Thomas. Con unos primeros números donde aún se notaba la alargada sombra
del mítico tándem Lee-Kirby, Steranko pronto comenzó a hacer suyo el personaje
y su particular universo y decidió centrarse en el lado que más sentido le daba
a la serie, el espionaje de altos vuelos.
Hasta entonces, las historias
de Nick Furia en Strange Tales no eran más que peleas y enfrentamientos entre
el coronel y el maloso agente de HYDRA de turno. Steranko potenció no sólo a
Nick Furia sino a su organización SHIELD, haciéndola mucho más sofisticada y
tecnológicamente avanzada. También creó una HYDRA con mayor peso y como una
amenaza real, no solo para SHIELD, sino para todo el Universo Marvel. Steranko
dota al Líder Supremo se HYDRA de un rol protagonista total, al modo que se
venía haciendo en la serie de películas de James Bond de la época. Un personaje
oculto en las sombras, que cambia constantemente de identidad y que logra
infiltrarse en la propia SHIELD. Un juego de espionaje y contraespionaje que
Steranko sabe explorar para sacar todo el partido a la serie y sus elementos
diferenciadores.
Los cambios de Steranko
se pudieron disfrutar, sobre todo, en el apartado gráfico y narrativo. Cuando
asumió el control total de la serie pudo dar rienda suelta a todo su potencial
creativo. Abandonó el estilo kirbyesco y adoptó uno propio, con figuras menos
graníticas y más estilizadas. Experimentó con la narrativa cinematográfica,
componiendo la página con una secuencia de viñetas de diferentes tamaños y
rompiendo el estilo formal, con inclusión de tramas mecánicas y collages
fotográficos. Creando una puesta en escena muy elaborada y tremendamente
espectacular con composiciones oníricas y psicodélicas que creaban ilusiones
ópticas de movimiento y perspectivas de profundidad espectaculares. Una
revolución en el concepto de los comic-books, que bebía del trabajo previo de
Will Eisner en The Spirit.
Jim Steranko estuvo
poco tiempo en la serie, desde el número 150 al 168 de Strange Tales y los
primeros cinco números de Nick Fury agent of SHIELD. Pero el concepto rompedor
que aplicó la serie, aún sigue vigente. Hizo propio y dio el estrellato a un
personaje de segunda hasta el punto que muchos le consideran el creador de Nick
Furia. Su estilo rompedor convirtió a esta etapa en un clásico en la historia
del cómic mundial.
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