domingo, 22 de febrero de 2015

[Reseña] LA MUERTE DE SUPERMAN (Super Squad). II de II

Nota: Continúa de la semana anterior

La cuestión se planteaba desde el principio, ¿qué personaje o villano se encargaría de llevar a Superman a la tumba?  Desde el principio se determinó que no podía ser uno de los clásicos, Lex Luthor, Brainiac o Darkseid (por mucho que durante años persiguiesen tal fin), pues quedarían marcados después de ello. Estaba claro que debían crear un nuevo villano con la suficiente fuerza y potencia para poder matar a Superman en una pelea épica que se prolongaría durante varios números. Entonces nació Doomsday (Juicio Final en las versiones hispanas) un personaje que ya desde su propio nombre dejaba claras sus intenciones.


Obviamente, la muerte de Superman debía ser un acto de heroico sacrificio y para eso Doomsday debía ser una imparable fuerza de la naturaleza que arrasa todo a su paso en su deambular recto y lineal a lo largo de todo Estados Unidos con destino Metrópolis. La Liga de la Justicia ha caído ante su ímpetu destructor y solo una persona en el mundo puede hacerle frente, el Hombre de Acero. Una pelea épica que se alargaba durante varios números hasta llegar a Superman #75 (Vol.2). Ejemplar dibujado para la ocasión por un pletórico Dan Jurgens, en el que cada página era una splash page mostrando la batalla final de Superman contra Juicio Final y en el que sientes cada golpe, cada puñetazo, cada salpicadura de sangre y destrucción en un enfrentamiento que sólo podía terminar con el sacrificio supremo del primer superhéroe de la historia para detener la violencia destructiva de Doomsday. Las últimas viñetas, con Lois Lane sosteniendo a un moribundo Superman como si de una Piedad se tratase, han quedado para siempre en el imaginario colectivo y la historia de los cómics.

La reacción del mundo entero no se hizo esperar. La muerte de Superman había conseguido algo casi imposible, los medios de comunicación de todo el planeta se volvieron a los cómics. La caída del mayor superhéroe de todos los tiempos fue un acontecimiento de alcance global, que llenó noticiarios, portadas de periódicos y programas de televisión por todo el mundo. Los creadores de tan magno evento fueron entrevistados en decenas de programas de radio y televisión. La trayectoria histórica de Superman fue repasada al dedillo a través de documentales y reportajes y la gran “S” roja sangrante inundó con su inconfundible silueta todo tipo de productos; camisetas, tazas de café, llaveros, muñequeras… el héroe, tras su muerte, había vuelto triunfante.

Pero, como comentamos anteriormente, la muerte de Superman no significaba el final de todo, sino el principio de una historia más grande que tendría como único fin el regreso de entre los muertos, del Hombre de Acero.

La historia seguía en Funeral por un amigo, donde asistimos a los vanos intentos por reanimar al héroe caído y la conmoción que produce en todo el mundo la noticia de su muerte, así como el majestuoso y multitudinario entierro de Superman, cuyo féretro fue portado por Batman, Wonder Woman, Robin, Flash, Aquaman y Green Lantern y su obituario pronunciado por el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Esta serie de cómics books se centraba en los sentimientos de las personas cercanas a Superman así como el infarto que sufre Jonathan Kent tras enterarse de la noticia de la muerte de su hijo y cuya presencia en un sueño onírico le salva, in extremis, la vida.

Una vez pasado el luto, comienza una nueva saga en la que diferentes personajes intentarán llenar el hueco dejado por Superman, portando para sí su símbolo. El Reinado de los Superhombres. Estos cuatro personajes serían los encargados de protagonizar cada una de las cuatro series supermaneras con las que contaba DC Cómics por entonces. En Man of Steel, el protagonista era John Henry Irons, un trabajador del metal que portaba una armadura y se veía imbuido por la moral de Superman, hasta el punto que muchos pensaban que el kriptoniano había traspasado su mente a este personaje. Adventures of Superman fue protagonizada por una quinceañera encarnación del héroe al que todos tildaban de Superboy, y que resultaba ser un clon del propio Superman, desarrollado en los Laboratorios Cadmus. Action Comics fue a parar a manos de un personaje que parecía el propio Superman encarnado, aunque lleno de furia y violencia, que prefería resolver los problemas de la manera más expeditiva posible (impagable la escena en que rompe las manos de un simple ladrón) y que resultaba ser el Erradicador, la máquina kriptoniana que encerraba todo el conocimiento y el legado de Krypton y que había tomado forma humana con la apariencia de Superman. Y la serie homónima, Superman, fue para una versión cibernética del Hombre de Acero, al que todos llamaban Superman Cyborg y que al final resultaba ser el Dr. Hank Henshaw, un científico que había sufrido un accidente espacial meses antes de la muerte de Superman (al que responsabilizaba del mismo) y cuya consecuencia, aparte de la muerte de su esposa y compañeros de tripulación, fue la completa destrucción de su cuerpo, quedando su mente libre y pudiéndose integrar en máquinas y computadoras. Con el tiempo tiene la habilidad de hacerse corpóreo y con un fragmento de ADN del kriptoniano, toma su identidad con el último fin de destruir su reputación.
La saga del Reinado de los Superhombres duró varios meses y planteaba dudas razonables acerca de cual de los cuatro personajes podría ser el auténtico Superman. Diferentes encuentros, y sobre todo, desencuentros entre ellos llenaron varios números de las series hasta que en el climax final se desvela todo el misterio.

La macrosaga de la muerte finalizó con El Regreso de Superman. El auténtico Clark Kent estaba refugiado en la Fortaleza de la Soledad. Los robots de la fortaleza le recogieron tras su funeral de su propia tumba con la intención de regenerarlo. Superman había muerto, pero su esencia kriptoniana le mantenía en una muerte latente de la que era posible renovarse gracias a la tecnología de su planeta de origen. Durante los meses que transcurrieron desde su muerte hasta el regreso, cuatro personajes habían tomado su manto y uno de ellos lo había usado para sembrar el mal y deshacer su buen nombre. Superman regresó con un look más agresivo, melenas largas y el traje negro de regeneración kriptoniano que servía para fortalecer sus células con la energía de nuestro sol amarillo. En una batalla épica, con la ayuda de Superboy, Steel y el Erradicador, se enfrentaría al Superman Cyborg para restablecer su nombre y salvar al mundo una vez más de paso.

La saga de lo que posteriormente se dio en llamar La Muerte y el Regreso de Superman, había sido una jugada plena de los creativos de DC Cómics. Durante más de un año y con unos argumentos perfectamente planificados, fueron sembrando la semilla de lo que fue un auténtico éxito de ventas. Un acontecimiento que sobrepasó todos los límites previstos y que dejó estas palabras del propio Mike Carlin “es un truco que, por desgracia, sólo funciona una vez”.

Sin embargo el juego sentó cátedra en el mundo del cómic y posteriormente surgió, La Caída del Murciélago, donde se narraba la derrota de Batman a manos de Bane y acababa con el Señor de la Noche postrado en cama con la espalda rota y con otro portando su nombre y su traje o los acontecimientos posteriores de la exitosa Civil War marvelita, con un Capitán América que caía asesinado en las escaleras del Congreso de Estados Unidos (un evento que también causó sensación en su época)y, recientemente, la muerte de cierto mutante de malas pulgas y largas garras.

Pero como todos sabemos, los superhéroes no se mantienen muertos mucho tiempo y siempre vuelven triunfantes. Porque todo esto es fantasía, el producto descuidado de la imaginación del hombre… 


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