Como ya dije en
anteriores entradas, hay cómics que se convierten en obras maestras por méritos
propios, y otros creados expresamente para serlo. El presente título pertenece
a esta segunda categoría.
La primera impresión
que me he llevado al tener este cómic entre las manos y ojearlo, ha sido precisamente
esa. Con una cuidada edición de lujo, en gran tamaño, una calidad en impresión
y papel insuperable, esta obra está hecha para perdurar y ocupar un lugar
destacado en nuestra tebeoteca. Esa falta absoluta de modestia tanto en autores
como en la editorial resulta demasiado apabullante.
Estamos ante un tebeo
creado para un fin específico, el lucimiento de sus autores, más del
ilustrador, aunque esta sea una obra ideada inicialmente por el guionista desde
hace más de diez años. Ojo, no es malo perseguir ese reconocimiento, algo totalmente lícito cuando queremos presentar nuestra obra al público.
Beowulf adapta el
clásico poema épico anglosajón, que se ha convertido en base e influencia de
posteriores historias englobadas en ese amplio género que es la fantasía heroica,
con J.R.R. Tolkien a la cabeza.
La historia es de sobra
conocida, narrada en tres actos principales, que puede resumirse de la
siguiente forma: Grendel es un monstruo que asola las tierras del rey Hrothgar
de Selandia. Beowulf llega para ofrecer ayuda al rey y, en singular combate, derrota
a la bestia. Poco después tiene que enfrentarse a la madre de Grendel (un
monstruo más grande y con más mala leche que su hijo), que busca venganza. Y el
ciclo se cierra cincuenta años después cuando Beowulf, siendo ya rey de Gotland,
se enfrenta en una cruenta batalla final contra un temible dragón que está
destruyendo su reino.
El cómic sigue, en líneas
generales, este planteamiento sin profundizar mucho más en la cultura escandinava
y centrándose en las peleas del protagonista con sus diferentes adversarios.
Nos presenta a Beowulf como un personaje en busca de la gloria y la
inmortalidad, cuyo fin último no es la ayuda al prójimo sino el reconocimiento
personal.
Santiago García (El
vecino, La tempestad) escribe un guión contundente, siguiendo la estela
planteada en el relato clásico y circunscribiéndose al mismo, aportando una
narrativa que aprovecha los recursos estilísticos del cómic y la fuerza gráfica
de Rubín, para llenar las páginas de historias paralelas, flashbacks, vistas
subjetivas y otros recursos del noveno arte que aportan agilidad y ritmo al
argumento.
Pero es David Rubín (La
tetería del oso malayo, El héroe) quien verdaderamente hace suya la historia,
la lleva a su terreno y nos aporta casi doscientas páginas de auténtico delirio
visual. Una historia que, por lo lineal de la trama y la casi ausencia de
diálogos, te leerías en un rato, pero que no puedes dejar de ver y disfrutar de
cada una de las viñetas que nos aporta el dibujante, deteniéndote en cada
detalle de las mismas. El diseño orgánico de los monstruos, con Grendel a la
cabeza, parece salido de una pesadilla de H. R. Giger. Una bestia amenazante y
turbadora que se deja llevar por sus estímulos más bajos (atentos al primer
encuentro del monstruo con Beowulf y la reacción orgánica de aquel ante el
héroe). Rubín llena las páginas de detalles y texturas que afianzan los distintos enfrentamientos del protagonista con sus respectivos adversarios en
batallas épicas, cuya resolución ocupa la práctica totalidad delos tres actos
en que está dividida la trama y que corresponde a los tres combates que
mantiene Beowulf con las diferentes bestias.
Un cómic que entretiene
y se disfruta, con una historia de sobra conocida y correctamente adaptada (sin
florituras y directa al grano), pero a la que pierde la pretenciosidad marcada
en la misma. No hay más que ver ese epílogo que nos regalan los autores para
saber el carácter final de la obra.
3 comentarios:
Me dejas con un sabor agridulce con tu crítica. La verdad, no se si me gustará o no. El género, está dentro de mis preferencias, pero el dibujo... me das a entender cosas confusas.. es bueno? es "recargado"?
El guión, simplón, por lo que deduzco de tus palabras... no sé, la verdad, confundido estoy ;)
No he leido el relato original en el que esta basado, por lo que no se si falta o sobra algo en esta adaptación (dicen que se ciñe fielmente al poema)... comparado con la peli de Zemeckis, le falta bastante. Pero es un gran cómic... el dibujo de Rubín es buenísimo y la historia no aburre ni cansa... solo decia que se notaba un huevo que estaba hecho para triunfar... lo que no es malo, pero prefiero ser yo como lector quien lo decida. Me jode, pero les doy la razón... merece la pena soltar los 25€ que cuesta... aunque eso esta en los gustos de cada uno y este comic esta creado para gustar a todos.
Ahhhh, me quedo más tranquilo. Está dentro de las futuras compras, pues.
Gracias!!
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