domingo, 24 de noviembre de 2013

[Reseña] CAMINO A SELMA (Berthet/Tomé)

     El cómic suele dar, de vez en cuando,  pequeñas grandes obras  que pasan casi desapercibidas para el lector común pero que, en aquellos que las descubrimos, permanecen como referencia.

     Camino a Selma es uno de esos títulos que tal vez no surjan en los eternos debates que los aficionados a los tebeos plantean como obras fundamentales del medio, pero cuyo argumento y estilo gráfico atraen al lector que disfruta de la historieta como medio de expresión no solo artístico, sino narrativo.
     
    Camino a Selma es una historia en blanco y negro, el blanco y negro de la piel. La negra acritud de los estados sureños en la profunda y racista América de los años 60, que nos remite a una época no del todo pasada. Un mundo lleno de partidas de hombres envueltos en sábanas blancas celebrando el apaleamiento y la muerte de congéneres cuya única diferencia es el color de su piel.

     Un relato que hilvana lo peor del espíritu humano con la esperanza de una vida mejor. Visto a través de los ojos de un joven de color que regresa a su hogar tras vivir en una sociedad diferente a la que se crió, y que observa, dolorosamente, cómo nada ha cambiado desde su partida. El odio sigue vigente como el primer día. Los abusos y las palizas continúan y el camino de la integración parece diluirse en la distancia. Únicamente encontrará consuelo en los brazos de una joven blanca. Pero esta relación prohibida amenaza con hacer reventar una comunidad en el filo de la tensión y el estallido racial.

      Camino a Selma fue publicado hace casi veinte años dentro de la colección Co&Co de Ediciones B. Un ejemplar ya descatalogado pero fácilmente localizable en librerías de ocasión o webs de segunda mano.

     Philippe Tomé (El pequeño Spirou), venía de realizar guiones para historietas de ámbito predominantemente humorístico. Su incursión dentro de argumentos más serios se planteó por primera vez en esta obra, mostrando la cuestión racial en los USA a través de una historia de carácter costumbrista y cotidiano, que en absoluto se hace aburrida ni tampoco excesivamente trascendental. Personajes llevados al límite, en un entorno fuertemente segregado y donde las diferencias no las da sólo el color de la piel.
      El dibujo de Philippe Berthet (Pin Up) entronca con la mejor tradición historietística de la Edad de Oro. Un estilo deudor de autores como Frank Robbins o Milton Caniff, sin dejar que olvidemos que es un producto eminentemente europeo. Con grandes masas de claroscuros. Viñetas ricas en detalles. Muy imbuido por la moda de la época y que te transporta inmediatamente dentro de la historia narrada. Sus personajes siguen gráficamente las directrices marcadas por Tomé y les otorga de una personalidad muy definida y reconocible por el lector en cuanto abre el álbum.


     Una pequeña gran obra que merece reposar en las mejores tebeotecas, y a la que vale la pena echar más de un vistazo.


2 comentarios:

Gol dijo...

Ostras Pedrín. Yo soy un super fan de Berthet, creía tener todo lo que se ha publicado de él en España y vas ahora y me sorprendes con este álbum que no debe ser fácil de encontrar. Grrr... que rabia. Gracias Jesús, por la reseña y la información, saquearé las ventas de segunda mano o...e-bay???

Jesús Bravo dijo...

Investigando en google sale facil... de segunda mano, claro... a mi este album me gusta casi más quela serie Pin Up... que me parece fantastica... de hecho este comic es el primero que tuve de Berthet... jejeje