El Capitán América es
uno de los personajes más antiguos de Marvel (publicado cuando aún se llamaba Timely Comics).
Su primera aparición fue en marzo de 1941 y el ambiente pre-bélico que recorría
los Estados Unidos de la época denotaba los derroteros por donde iba a tirar la
serie.
El estilo claramente
patriótico del personaje ya bebía de las fuentes de anteriores caracteres que
aparecieron también durante esos años. 14 meses antes de la primera aparición
del Centinela de la Libertad hizo su estreno The Shield, un personaje que compartía
con el Capi su ideal de justicia y modo de vida americano, así como el
sentimiento patriotero con un traje igualmente inspirado en los colores de la
bandera estadounidense.
Creado por Joe Simon y
Jack Kirby, el Capitán América quedaba claramente reflejada su posición en una
primera portada donde daba una paliza al mismísimo Adolf Hitler. A partir de
ahí, la historia: Tras su paso triunfal por la Segunda Guerra Mundial, Steve Rogers
queda congelado en un bloque de hielo y regresa en unos psicodélicos sesenta
para ponerse al frente de Los Vengadores, con historias clásicas y grandes
sagas donde seguía enfrentándose a los enemigos de Estados Unidos, alzando su
escudo como bandera.
Y llegamos al presente.
En enero de 2005, Marvel Cómics pretendia revitalizar al Capitán América poniendo
al frente de la misma al guionista Ed Brubaker y numerando la serie desde el
principio. Se inicia así el volumen 5 de las aventuras del Centinela de la
Libertad con planteamientos y argumentos acordes a los tiempos y sobre todo,
herederos de la trastornada América post 11-S. Brubaker recoge todo el
bagaje del Capitán, lo hace suyo y lo transforma, manteniendo la esencia y regalándonos una de las mejores etapas del personaje.
Capitán América. El
Soldado de Invierno es un volumen integral publicado por Panini, al alimón del
estreno de la película del mismo título (la cual, por cierto sólo recoge el
título y algunos puntos de esta serie, ya que está en gran parte inspirada en
la saga del Imperio Secreto). El tomo incluye los 14 primeros números del
volumen 5, correspondientes a los arcos argumentales Otro Tiempo y El Soldado
de Invierno.
La sinopsis no puede ser más intrigante: Durante más de cincuenta años, la Unión Soviética tuvo un agente encubierto... un indetectable asesino conocido como El Soldado de Invierno. Ahora, ha vuelto, trabajando a las órdenes del General Lukin, que ha conseguido hacerse con un Cubo Cósmico arrebatado a Cráneo Rojo. El Capitán América ha jurado acabar con Lukin, pero en el camino se verá enfrentado contra El Soldado de Invierno, cuya verdadera identidad esconde el mayor secreto del Universo Marvel en más de medio siglo...
El relato comienza con
el asesinato de Cráneo Rojo y nos mete de lleno en un entresijo de conspiraciones
y planes al más puro estilo de las películas de espías de los años 70. Con
escenas de brillante acción y la aparición omnipresente de Nick Furia y la
Agente 13 al frente de SHIELD, cuyo apoyo es fundamental durante toda la serie.
En medio de éste berenjenal, el Capitán América va deshilando la madeja de su
propio pasado hasta encontrase con la verdadera identidad del Soldado de
Invierno, su antiguo compañero de fatigas durante la Segunda Guerra Mundial,
Bucky Barnes.
Ed Brubaker mantiene en
todo momento el pulso narrativo, manejando con solvencia personajes y tramas
para construir una de las mejores historias del personaje y creando cierta
polémica al resucitar a Bucky Barnes (uno de los pocos personajes fallecidos
que no habían regresado de la muerte, los otros son el tío Ben y Gwen Stacy de
Spiderman), un personaje anacrónico, nacido al alimón de la moda de los
sidekicks de los héroes en los años cuarenta y que ya no pintaba nada en las nuevas
encarnaciones del Capitán América. Brubaker recurre al pasado mediante los consabidos
flashbacks para descubrirnos la etapa dorada de esta pareja y la caída de
Barnes así como su conversión en el Soldado de Invierno, el asesino preferido
de la Unión Soviética.
En el apartado gráfico
tenemos a Steve Epting quién con trazo enérgico y cierto tono añejo, nos aporta
unas páginas con una atmósfera opresiva, llena de grandes masas negras y
colores apagados, acordes con una historia que refleja un mundo como el del espionaje
y las tramas conspiranoicas (no deja de ser un gran relato de espías) lleno de sombras
y personajes que se mueven en la zona gris.
Capitán América. El
Soldado de Invierno es una de las obras fundamentales del Centinela de la
Libertad. Una gran oportunidad de acercarse a un personaje que lleva ya 73 años
haciendo de la libertad y el modo de vida americano su bandera.
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